viernes, 12 de agosto de 2016

Erika Valenzuela-Reportaje



Los sueños son el camino para el triunfo
Abandonar a la familia por cumplir las metas
La emigración en  el país se da en jóvenes bachilleres que se trasladan a la capital para estudiar.
Con  sueños, metas y esperanza,  Jennifer Andrade  se dispuso a viajar  a la ciudad de Quito (la capital)  para continuar sus estudios universitarios. Tras  terminar sus estudios secundarios en el 2013, decidió luchar por ver cumplir su sueño de ser una profesional, lo que le permitió arriesgarse y dejar su ciudad natal Otavalo.
Impulsada por sus padres, familiares y amigos se dirigió a la capital para emprender sus sueños. Llego a la ciudad sin conocer a nadie, pero eso no la detuvo, más bien, le dio fuerzas de seguir adelante para cumplir sus metas.
Jennifer Andrade actualmente tiene 20 años de edad. Vive ya tres años en la capital y aún recuerda el día en que llego. “Vine a la ciudad con mis padres y me quede en una residencia, fue muy difícil quedarme sola y muchas noches llore, pero siempre tuve mi propósito claro”. Dice Andrade
Actualmente vive en una residencia de estudiantes, la cual se encuentra ubicada frente a la Facultad de Administración de la Central. Andrade estudia sociología en la Facultad de Filosofía y se encuentra en quinto semestre.
Jennifer Andrade así como muchos otros estudiantes han dejado sus ciudades natales para dirigirse a la capital y estudiar. Este es el caso de Natalia Recalde, una de las compañeras de residencia de Andrade. Natalia Recalde estudiante de Finanzas en la Facultad de Economía de la Universidad Central del Ecuador, actualmente se encuentra en quinto semestre y nos cuenta lo difícil que fue llegar sola a la ciudad y acostumbrarse.
“Fue muy difícil llegar, porque no conocía a nadie, no tengo familia aquí, y no fue la carrera que realmente quise estudiar y fue la que me toco. Bueno alejarme de la familia fue difícil porque soy la consentida y alejarme fue realmente duro. Actualmente vivo en una residencia estudiantil, acompañada de otras estudiantes que se encuentran en mi misma condición”. Dice Natalia Recalde.
 Foto: Natalia Recalde 

Ambas estudiantes son producto del programa de la CENECYT (Sistema Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología). Fueron la tercera promoción de estudiantes que ingresaron mediante este sistema. Cada una rindió las pruebas en sus ciudades y mencionan que si no hubiese sido por este sistema, no habrían podido trasladarse a la ciudad de Quito para estudiar.
Según el diario El Comercio emitido el 26 de Julio del 2016, tres provincias tienen mayor emigración. “Imbabura es la provincia con el mayor número de emigrantes del país que abandonan la jurisdicción por fines educativos y laborales. Le siguen Tungurahua y Cotopaxi”. Esta publicación del diario que circula a nivel nacional, hace referencia a la situación de ambas jóvenes, pues, provienen de la provincia de Imbabura y Cotopaxi respectivamente.
Además, estas provincias se encuentran cerca de la capital, lo que permite que los jóvenes se trasladen de una ciudad a otra cada semana. Es necesario tomar en cuenta el dinero que gastan los estudiantes al vivir solos. Según la versión digital del diario PP Digital emitida el 07 de marzo del 2012, los estudiantes de provincia gastan por lo mínimo $200 dólares al mes.
      Los jóvenes de provincia gastan en “arriendo, comida, pasajes, copias de documentos, internet, llamadas telefónicas y otros les obliga a presupuestarse al menos 200 dólares mensuales. Muchos no logran llegar a esa cifra, pero siguen firmes en los estudios”. Esta es la realidad de ambas jóvenes, pues, cada mes gastan  alrededor de 250 dólares.
      A pesar de todos los inconvenientes, tanto Jennifer Andrade como Natalia Recalde y otros estudiantes de provincias contiguas, no se rinden y continúan estudiando, tal vez como respuesta al esfuerzo que realizan los padres y por cumplir los sueños que los llevaron a la capital.

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