lunes, 8 de agosto de 2016

REPORTAJE ( LORENA RIVERA)


Un giro de 180 grados en la vida de una adolescente

SIENDO MADRE ADOLESCENTE

 Día tras día me convenzo que mi embarazo no fue un error, tan solo con ver la hermosa sonrisa de mi hija. Belén es una adolescente de 15 años que quedó embarazada y que a pesar de las dificultades continuó con su embarazo. Esta es la historia de Belén.

 Una encuesta realizada por el INEC en el 2010 arroja los siguientes resultados: En el Ecuador, 2 de cada 10 partos son de adolescentes; 4 de cada 10 mujeres en nuestro país tuvieron su primer hijo en la adolescencia, siendo el nuestro el país con mayor índice de embarazos adolescentes en la región andina. El embarazo en edades tempranas, especialmente en menores de 15 años, está asociado a graves complicaciones de salud, que también se relacionan con violencia sexual.
Belén Cumbal tenía 15 años cuando se enteró que estaba embarazada. El mundo se le derrumba para ese entonces, era una noticia muy dura para ella, difícil de comprender y de afrontarla a su corta edad. ¿Qué haría ahora? Se preguntaba cada momento.

 Su mirada es dura. No duda al contestar, pero su voz se quiebra. Se muestra reacia para hablar del tema; saca las palabras a cuenta gotas; admite que guarda en su interior recuerdos que no quiere compartir. Belén cursaba cuarto curso, cuando quedó embarazada. Vivía con su hermano y su madre, pero también mantenía cierta relación con su padre. Cuando ellos se enteraron de la noticia, lo primero que hicieron, fue votarla de casa.

Mi mamá tiene el carácter súper fuerte y a veces suele ser violenta. Me aterraba la idea de contarle ya que jamás he sentido esa confianza de madre e hija, que muchas familias deben tener, comenta Belén con voz entrecortada. La primera persona que le brindó apoyo fue su madrina de bautizo, Lola Ávalos y fue ella misma quien se encargó de comentarle de la situación a su madre, también dijo que “si su madre no la apoyaba, ella se haría cargo de su ahijada”.  

Belén continuó con el embarazo a pesar de las dificultades y de la situación tan incómoda que viviera en casa. Aunque le duele reconocer que un día pensó en interrumpir su embarazo, pensando así que las cosas se solucionarían.

Gabriel el padre de su hijo es diez años mayor a ella, pero desde el día que se enteró que Belén estaba embarazada se hizo cargo y enfrentó responsabilidades. Gabriel comenta que “tenía mucho miedo de perderla, ya que los padres de Belén lo habían demandado por una cantidad exorbitante diez mil dólares a pagar en el período de tres meses”. El cargo que se imputaba fue haber evadido responsabilidades, y abuso sexual por aprovechamiento de la inmadurez de la victima.

El embarazo se desarrolló con normalidad, a pesar del ambiente de reclamos y rechazos en el que vivía. Fue entonces que decidió abandonar sus estudios, porque era incómodo asistir a clases en ese estado, además que tenía mucho miedo que le pueda suceder algo a ella o al bebé.  En el mes de abril Belén dio a luz a una hermosa niña, Gabriela, su peso era el adecuado y gestaba en excelentes condiciones.

 EL PARTO

 Belén fue atendida en la maternidad “Luz Elena Arismendi”, un hospital ginecológico-obstetra que cuenta con 170 camas de hospitalización y 33 puestos de neonatología, anunció la ministra de salud, Carina Vance. Belén ingresó el 20 de abril de 2016 a las 8 de la mañana y se supo noticias al día siguiente de su ingreso. Su madre comenta, “estuve preocupada por la falta de noticias, quise recurrir a la denuncia del caso en los medios de comunicación, ya que no se había respetado los derechos de la adolescente, ni mucho menos me habían  permitido que yo su madre en calidad de representante ingrese a la sala de partos”.

Tras una mala noche, entre pensamientos negativos y la desesperación de no saber nada de lo que pasaba con su hija. Su madre se retiró y se fue a casa. Al día siguiente, en la mañana le permitieron la visita a su hija, el bebé había nacido en la madrugada. Ambos se encontraban bien, aunque Belén estaba débil y algo maltratada por la labor del parto.

En un informe la Organización Mundial de la Salud presenta que las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las muchachas de 15 a 19 años en todo el mundo. Las estadísticas Sanitarias Mundiales 2014 se indica que la tasa media de natalidad mundial entre las adolescentes de 15 a 19 años es de 49 por 1000 muchachas. Si bien son ciertas estas cifras son aterradoras.

 DESPUÉS DEL PARTO

Belén se encontraba bien, mientras asimilaba la situación actual de su vida. Ahora era una adolescente, llena de ansiedades, incertidumbres y preguntas, que siguen acalladas dentro de ella. Se había convertido en madre, llevaba entre sus brazos a su hija, no tenía la mínima idea de como cuidarla, pero sabía que ahora ella la necesita y que debería aprender a ser mamá.

Había dejado atrás sus estudios, para convertirse en madre. Ahora tenía que aprender a cambiar pañales, preparar biberones, y a cuidar a su bebé. Actualmente Belén tiene 16 años y se ha mudado a vivir con el padre de su hija. Ambos están intentando construir un hogar sólido, a pesar de que ella no haya terminado de vivir su adolescencia. El tiempo y las circunstancias la obligaron a madurar más rápido que otros chicos de su edad.

Cada vez se dan mas casos de deserción estudiantil, en  nueve de cada 10 jóvenes embarazadas de entre 15 y 17 años no estudiaban y un 30 por ciento de las madres que lo hacían,  dejaron las aulas después del parto informó el diario La Hora.  

 Solo espero que experiencias como la mía, les sirva a otras adolescentes a no cometer errores y que aprendan a vivir plenamente las etapas de su vida.




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