Un giro de 180 grados
en la vida de una adolescente
SIENDO MADRE
ADOLESCENTE
Día tras día me
convenzo que mi embarazo no fue un error, tan solo con ver la hermosa sonrisa
de mi hija. Belén es una adolescente de 15 años que quedó embarazada y que a
pesar de las dificultades continuó con su embarazo. Esta es la historia de
Belén.
Una encuesta realizada por el INEC en el 2010 arroja los siguientes resultados: En el Ecuador,
2 de cada 10 partos son de adolescentes; 4 de cada 10 mujeres en nuestro país
tuvieron su primer hijo en la adolescencia, siendo el nuestro el país con mayor
índice de embarazos adolescentes en la región andina. El embarazo en edades
tempranas, especialmente en menores de 15 años, está asociado a graves
complicaciones de salud, que también se relacionan con violencia sexual.
Belén
Cumbal tenía 15 años cuando se enteró que estaba embarazada. El mundo se le
derrumba para ese entonces, era una noticia muy dura para ella, difícil de
comprender y de afrontarla a su corta edad. ¿Qué haría ahora? Se preguntaba
cada momento.
Su
mirada es dura. No duda al contestar, pero su voz se quiebra. Se muestra reacia
para hablar del tema; saca las palabras a cuenta gotas; admite que guarda en su
interior recuerdos que no quiere compartir.
Belén cursaba cuarto curso, cuando quedó embarazada. Vivía con su hermano y su
madre, pero también mantenía cierta relación con su padre. Cuando ellos se
enteraron de la noticia, lo primero que hicieron, fue votarla de casa.
Mi mamá tiene el carácter súper fuerte y a veces
suele ser violenta. Me aterraba la idea de contarle ya que jamás he sentido esa
confianza de madre e hija, que muchas familias deben tener, comenta Belén con voz entrecortada. La primera persona que le brindó apoyo
fue su madrina de bautizo, Lola Ávalos y fue ella misma quien se encargó de comentarle de la situación a
su madre, también dijo que “si su madre no la apoyaba, ella se haría cargo de
su ahijada”.
Belén continuó con el embarazo a pesar de las
dificultades y de la situación tan incómoda que viviera en casa. Aunque le
duele reconocer que un día pensó en interrumpir su embarazo, pensando así que
las cosas se solucionarían.
Gabriel el padre de su hijo es diez años mayor a
ella, pero desde el día que se enteró que Belén estaba embarazada se hizo cargo
y enfrentó responsabilidades. Gabriel comenta
que “tenía mucho miedo de perderla, ya que los padres de Belén lo habían
demandado por una cantidad exorbitante diez mil dólares a pagar en el período
de tres meses”. El cargo que se imputaba fue haber evadido responsabilidades, y
abuso sexual por aprovechamiento de la inmadurez de la victima.
El embarazo se desarrolló con normalidad, a pesar del
ambiente de reclamos y rechazos en el que vivía. Fue entonces que decidió
abandonar sus estudios, porque era incómodo asistir a clases en ese estado,
además que tenía mucho miedo que le pueda suceder algo a ella o al bebé. En el mes de abril Belén dio a luz a una
hermosa niña, Gabriela, su peso era el adecuado y gestaba en excelentes
condiciones.
EL
PARTO
Belén fue atendida en la maternidad “Luz Elena Arismendi”, un
hospital ginecológico-obstetra que cuenta con 170 camas de hospitalización y 33
puestos de neonatología, anunció la ministra de salud, Carina Vance. Belén ingresó el 20 de abril de 2016 a las 8 de
la mañana y se supo noticias al día siguiente de su ingreso. Su madre comenta, “estuve preocupada por la falta de noticias, quise recurrir
a la denuncia del caso en los medios de comunicación, ya que no se había
respetado los derechos de la adolescente, ni mucho menos me habían permitido que yo su madre en calidad de
representante ingrese a la sala de partos”.
Tras
una mala noche, entre pensamientos negativos y la desesperación de no saber
nada de lo que pasaba con su hija. Su madre se retiró y se fue a casa. Al día
siguiente, en la mañana le permitieron la visita a su hija, el bebé había nacido
en la madrugada. Ambos se encontraban bien, aunque Belén estaba débil y algo
maltratada por la labor del parto.
En
un informe la Organización Mundial de la Salud presenta que las complicaciones durante el embarazo y el parto son
la segunda causa de muerte entre las muchachas de 15 a 19 años en todo el mundo.
Las estadísticas Sanitarias Mundiales
2014 se indica que la tasa media de natalidad mundial entre las adolescentes de
15 a 19 años es de 49 por 1000 muchachas. Si bien son ciertas estas cifras son
aterradoras.
DESPUÉS DEL PARTO
Belén
se encontraba bien, mientras asimilaba la situación actual de su vida. Ahora
era una adolescente, llena de
ansiedades, incertidumbres y preguntas, que siguen acalladas dentro de ella. Se
había convertido en madre, llevaba entre sus brazos a su hija, no tenía la
mínima idea de como cuidarla, pero sabía que ahora ella la necesita y que
debería aprender a ser mamá.
Había
dejado atrás sus estudios, para convertirse en madre. Ahora tenía que aprender
a cambiar pañales, preparar biberones, y a cuidar a su bebé. Actualmente Belén
tiene 16 años y se ha mudado a vivir con el padre de su hija. Ambos están
intentando construir un hogar sólido, a pesar de que ella no haya
terminado de vivir su adolescencia. El tiempo y las circunstancias la obligaron
a madurar más rápido que otros chicos de su edad.
Cada vez se dan mas
casos de deserción estudiantil, en nueve de cada 10 jóvenes embarazadas de entre 15
y 17 años no estudiaban y un 30 por ciento de las madres que lo hacían, dejaron las aulas después del parto
informó el diario La Hora.
Solo espero que experiencias como la mía, les sirva a otras
adolescentes a no cometer errores y que aprendan a vivir plenamente las etapas
de su vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario