domingo, 14 de agosto de 2016

Fuga frustrada de adolescente recluso irrumpe festejo navideño

¡Búsquenlo! no debe ir muy lejos
La celebración navideña en un centro de retención para jóvenes habría sido el momento propicio para la fuga.
Como en una escena de persecución policial de película hollywoodense los uniformados se encaminaron presurosamente a la búsqueda del joven que según testigos  solo hace apenas unos minutos había desaparecido del centro penitenciario.
 La última vez que vieron a Andrés se dirigía al baño, al notar su prolongada ausencia en el evento decidieron ir a buscarlo y no lo encontraron. 
Maryuri Rosillo, voluntaria del centro  recuerda “llegábamos cada jueves a alfabetizar a los jóvenes, yo daba clases de estudios sociales y mi amiga Gabi de matemática, ellos eran  tranquilos, no causaban problemas”.
En medio del ambiente festivo, la bulla de las risas y los actos artísticos de danza  y canto  en los que participaban los jóvenes del Centro de Orientación Juvenil Virgilio Guerrero esa mañana,  el rostro alegre de los seis policias que se encontraban sentados en la primera fila del público se transfiguro, su expresión se volvió tensa  cuando uno de los vigilantes se acercó para informarles sobre la posible fuga de un joven. 
¡Búsquenlo! ¡No debe ir muy lejos! Advirtió la voz rasposa del oficial  a cargo.  La salida presurosa de los oficiales no pasó desapercibida pero solo algunos de los presentes conocían el motivo, así que las presentaciones y la música continuaron.
Pese a que la entrada del centro se encontraba vulnerable por el ingreso de algunos familiares invitados, Andrés no había salido por el lugar informó el custodio de ese acceso.
Cerca del baño encontraron sobre una pared de tres metros unas sábanas trenzadas. Sin duda alguna ese era el lugar por donde había escapado. Los policías tomaron sus toletes y el oficial a cargo su pistola. Salió con el arma en las manos seguido de sus subordinados, pocos pudieron observar la atemorizante escena. 
No se supo de ellos hasta casi después de una hora cuando volvieron con Andrés, nadie había salido herido. Sin embargo Andrés lucia desaliñado, sucio como si se hubiese arrastrado por una cloaca.
Efectivamente había intentado huir sin éxito por una alcantarilla donde fue apresado. No había corrido muy lejos dominado por los nervios.
La triste escena del ingreso de los gendarmes con Andrés esposado conmocionó a sus compañeros. 
“No la pasamos mal” había comentado Jorge, otro de los chicos a Gabriela quien les daba clases de matemáticas, “nos dedicamos a la carpintería, la mecánica industrial, la pintura aprendemos cosas pero estar lejos de nuestras familias no es fácil” le dijo a la joven.
Aunque el día de su salida estaba próximo, Andrés no pudo contener las ganas de ver a su madre en Navidad, lo cual lo había llevado a ganarse dos meses más en el centro. Andrés de 17 años es oriundo de Santo Domingo, su madre no había podido asistir al festejo al que fue invitada porque tenía que trabajar y no le habían dado permiso. Hace tres meses que no se veían desde que Andrés ingreso al centro por robo.
En Ecuador, la Unidad de Adolescentes Infractores es el organismo encargado de la investigación de los jóvenes, de entre 12 y 17 años, que tienen conflicto con la Ley Penal.
Solo en 2013 se registró la detención de 32 adolescentes según datos facilitados por la Fiscalía de Adolescentes Infractores, por delitos contra la propiedad y la vida. (Diario La Hora). 

Por. Sandra Villalta

No hay comentarios:

Publicar un comentario